¿Cuánto deberemos esperar para que los esbirros mercenarios, especialmente el nazi tropical, digan que es una mentira fraguada en Miami?
El desabastecimiento de toallas sanitarias es un atentado a la dignidad de las mujeres.
Lea la nota:
Desabasto de 'íntimas'
Osniel Carmona Breijo
En las zonas rurales de Mayabeque y Pinar del Río, cada vez son más las mujeres que se ven obligadas a usar trapos, 'tela de queso' o 'chicló'.
Farmacia en Cuba. (BITBOY/FLICKR)
La irregular distribución de toallas sanitarias o íntimas en Cuba provoca periodos de desabasto mayores a tres meses.
Al igual que los productos alimenticios y otros también básicos, las íntimas son entregadas mediante la libreta de abastecimiento.
La distribución a través de la cadena nacional de farmacias, controladas por el Estado, puede tardar meses, provocando que las mujeres no tengan acceso a dicho artículo de aseo personal.
En el municipio de Batabanó, provincia de Mayabeque, la distribución se realiza por lo general en periodos trimestrales, aunque comúnmente la farmacia entrega la cantidad total de íntimas establecida para un mes. Los clientes también se quejan porque los paquetes están incompletos y la baja calidad del artículo reduce las posibilidades de uso.
Las mujeres han presentado quejas en la Oficina de Atención a la Población del Poder Popular Provincial. A lo largo de ocho años, Raíza Paredes, administradora de una farmacia en San Antonio de las Vegas, ha presentado ante las autoridades más de cincuenta quejas relacionadas con las toallas sanitarias.
Por su parte, los funcionarios concluyen que el motivo fundamental de la situación de las íntimas radica en que la provincia de Mayabeque no posee una fábrica para su producción, pues consideran que la gestión entre los organismos responsables de la distribución tiene un alto grado de eficacia.
María Enríquez, vecina de El Sopapo, a 48 kilómetros de La Habana, comenta que las explicaciones ofrecidas por las autoridades no se apegan a la realidad.
"Independientemente que en la provincia no exista una fábrica que las produzca, es poco creíble que el gobierno realice grandes esfuerzos para solucionar el problema", argumenta Enríquez.
"En la mayoría de los puntos de venta habilitados por cuentapropistas se pueden hallar en grandes cantidades aunque a precios elevados. ¿De cuál fábrica las adquieren los particulares?"
Las mujeres con solvencia económica compran las íntimas a los cuentapropistas, o adquieren los paquetes de tampones que ofertan las Tiendas Recaudadoras de Divisas, las cuales solo venden en CUC.
Enríquez revela que en los periodos menstruales, tanto ella como otras mujeres que conoce, utilizan trapos hervidos que una vez usados vuelven a reciclar.
Algunas de las más afectadas por la escasez viven en barrios marginales a los que se han trasladado desde otras áreas, de acuerdo a un funcionario público de Asuntos del Consumidor en el municipio Batabanó.
Se trata de asentamientos conformados por grupos de emigrantes, a los cuales el gobierno niega la documentación reglamentaria para asentarse, incluida la libreta de abastecimiento, documento que garantiza la cuota mensual de íntimas subsidiada en moneda nacional.
Paralelo al caso de Mayabeque, otras provincias sirven como botón de muestra.
Carmen Cejas, quien vive en el Municipio de San Luis (Provincia de Pinar del Río), a 187 kilómetros de La Habana, señala que a excepción de las ciudades, el resto de los municipios tiene problemas con la distribución de íntimas. Agrega que en áreas rurales la distribución puede tardar hasta seis meses.
"En zonas intrincadas, las íntimas llegan a la población dos o tres veces al año y, por cuestiones de transporte y lejanía, acceder a los locales donde están a la venta, resulta otro problema de igual envergadura".
Cejas indica que algunas mujeres del campo controlan el sangrado menstrual utilizando pedazos de "tela de queso" o "chicló", material empleado para el cultivo de tabaco tapado en Cuba, en lugar de las toallas sanitarias manufacturadas.
Pûblicado por Diario de Cuba
YO SOY HABANERA Y TUVE MUCHAS VECES QUE USAR TRAPOS Y RECICLARLOS NO ME DA NINGUNA VERGUENZA EN DECIRLO,ES EL RÈGIMEN CASTRISTA QUIEN DEBE AVERGONZARSE PORQUE A LAS MUJERES NO LES QUEDA OTRA COSA QUE HACERLO,NO TENEMOS MAS OPCIONES
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