Yusmila Reyna
Ferrera, periodista independiente
Juliorey2009@gmail.com,+53 53740544
Como parte del
debate de las llamadas reformas de los Lineamientos propuesta por el Partido
Comunista un tema esencial ha sido el trabajo privado. Cuyos términos o trabas
impuestos por el gobierno han sido cuestionados, no solo por frenar la real
iniciativa privada sino por considerarla insuficiente para propiciar el real
avance del país.
Podrían
apuntarse muchos de los impedimentos, donde se incluye la no acumulación del
capital y el mantenimiento de la llamada distribución socialista, pero vale la
pena referirse al tema de los impuestos, que entre los trabajadores que han
asumido este tipo de empleo ha resultado en algunas formas excesivos, sin
embargo recientemente han llegado nuevas quejas de cuentapropistas por un nuevo
impuesto a pagar en altas sumas que oscilan entre 9000, 13000 y 23000 pesos MN
dirigidas a los vendedores de alimentos: paladares chiquitos, medianos y
grandes, pizzerías, vendedores de fritura, etc.
Notificación
hecha por la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) y cuya
noticia ha causado gran descontento en el sector, y en lugares como Antillas,
Palma Soriano de las provincias Holguín, y Santiago de Cuba, respectivamente ha
habido reuniones de asociados para realizar propuestas masivas frente a los
poderes populares. Tal es el caso de la realizada este 27 de septiembre de 2013
en la casa del palmero cuentapropista Pablo Moya Delás, vecino de Calle Martí
entre 17 y 21, y que fue interrumpida violentamente por la policía política y
la PNR, sacando a empujones a los participantes.
El gobierno de
Raúl Castro en su desespero por la asfixia económica intenta recoger dinero a
toda costa, imponiéndose a través de leyes y decretos. Optando por exprimir aún
más a los particulares. A dónde va a ir a parar, el sector privado si tienen
que pagar además de la patente y el pago de fin de año un impuesto arbitrario y
excesivo. Se encuentran en la disyuntiva de asumir el pago de lo que no tienen,
protestar activamente o conformarse con las medidas represivas, que implican
confiscación de un equipo de similar valor al impuesto, retirada de la patente
o la cárcel.
Situaciones de
descontento del sector privado en la Isla tuvieron ya un antecedente con la
protesta de cocheros frente a la Policía Provincial de Villa Clara, donde más
de 200 protestaron por el aumento de los impuestos a principios de este mes de
septiembre. Con anterioridad en Artemisa hubo un paro del transporte privado
por exigencias de comprobantes de gasolina en divisa y motoristas en Stgo. De
Cuba protestaron en tres ocasiones ante el partido comunista por impuestos
altos equivalentes a los de un camión particular y aún no han tenido respuesta.
La
crisis del sector se acentúa en toda la Isla, es hora de que el gobierno apoye
verdaderamente al sector privado y de riendas sueltas a sus iniciativas, así
como estimule la inversión extranjera para una verdadera apertura económica
sobre la base de una de las exigencias hechas ya, por el Manifiesto de la
organización opositora más activa del país, Unión Patriótica de Cuba en cuanto
a “un entorno legislativo justo, objetivo y universal”.
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