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martes, 28 de agosto de 2012

El llanto de Marino Murillo


Glenda Murillo durante una visita a Cayo Hueso

La fuga a Estados Unidos de Glenda Murillo Díaz, de 24 años, hija del llamado “zar de las reformas” en Cuba, Marino Murillo, tiene un alto contenido simbólico, y resulta reveladora: ¿Qué reformas son esas que hasta a la misma hija de su artífice sólo se le ocurre escapar de Cuba para poder hacer realidad sus sueños? ¿Qué reformas son esas que pasan los años y sólo empujan a la juventud cubana a huir de la miseria y la falta de oportunidades?

Como tantos otros cubanos, Glenda Murillo Díaz arribó a Estados Unidos vía México, a donde había viajado para participar en un congreso de psicología. Su fuga ha deshecho a su padre, el vicepresidente de Raúl Castro, quien según un informe de Europa Press que cita a un familiar de los Murillo en La Habana “rompió en llanto cuando supo de la deserción”.  Mas no olvidemos que estos que ahora lloran son los mismos que durante décadas han despreciado el llanto y el sufrimiento de la familia cubana, imponiendo una ideología extranjera por sobre los valores nacionales, trabajando por la división de los cubanos.

No deben ser lágrimas de cocodrilo las de Marino Murillo, sin duda, y por eso mismo deberían ponerlo a pensar. Su llanto es ahora el llanto que durante más de medio siglo ha provocado a toda una nación el absurdo y cruel régimen totalitario impuesto a la fuerza por los hermanos Castro. Esos para los que trabaja Murillo y que han sembrado la desesperanza y la pobreza a lo largo y ancho de la Isla. Cuba necesita dejar de llorar y ponerse a trabajar, a construir el futuro. Hay que implementar verdaderas reformas que desmonten el vigente sistema de represión y chantaje y acaben de una vez con el llanto de los padres cubanos…. y con el de sus hijos.

Publicado por Solución Cuba

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