#BoycottBahama Cuban SOS 20/6 ¿Qué fue? ¿Qué le aporta al
ciberactivismo cubano y la sociedad civil?
Yo definiría a #BoycottBahama como un pico, una
raya alta que se muestra en una cuadro estadístico, una onda de sonido que
viola el umbral del dolor. Un pico. Una reacción en cadena, un manido efecto
mariposa. Una cima. La masa opositora en reacción. Algo que pasó. Un mito. Un
rasguño en el mar de las datas. Nada. Una energía sin ínfulas de grandeza, sin
ánimo de pretender ser más de lo que fue. Sencillo, claro, limitado pero sorprendente.
Las violaciones de los Derechos Humanos en Bahamas y sus
centro de detención para inmigrantes ha llegado también a un estado limítrofe,
pero no es de ahora, sucede desde hace muchos años, periódicamente, como si
fueran ciclones tropicales del abuso de poder. Muchos cubanos tratando de salir
del país han escogido esa ruta. Un sendero agrio. El mar y la violencia.
Siempre fue así. Este estado independiente de la Mancomunidad Británica de
Naciones sostiene unas relaciones bilaterales bien estrechas con la República
de Cuba. No entendemos, entonces, cómo dentro de esta relación tan acoplada no
se hayan sentados estos dos “gobiernos” a discutir los sucesos que han
conmovido a la comunidad internacional. Salió un video donde se mostraban a los
guardia golpeando ferozmente a un grupo de detenidos en un centro de Nassau. La
primera reacción fue decir que este documento era un montaje; no era real. Una
bajeza política de esas que abundan a diario y nos vuelven inmune al descaro de
la justicia que se esfuma en medio del dolor de los que están siendo abusados
sin haber cometido delito alguno. Muchos de los hombres, mujeres, adolecentes,
ancianos, niños que se encuentran esas mazmorras de tortura posiblemente son
seres honrados, emprendedores… seres con una vida, con un pasado, con
recuerdos, con logros y fracasos, pero al entrar a esos campos de concentración
solo son “víctimas”. El supuesto Gobierno de Cuba presidido por Raúl Castro, en
su indolencia no ha mostrado ni un mínimo de misericordia y amparo por sus
ciudadanos, ni un poco.
Lo que los cubanos no sabemos es que sin querer, casi como
una programación neurolingüística, repetimos los modelos de comportamiento de
lo gobiernos, especialmente de los totalitaristas. Sí, porque eso es lo que han
anhelado, preciosamente, la dictadura ideológica de la nomenclatura verdeolivo:
que seamos INDEFERENTES. Que seamos INDOLENTES. Que cuando nos hablen de Cuba y
de nuestro coterráneos asqueemos como cuando un vómito está por salir, que
practiquemos el rechazo. Se gozan cada vez que le damos la espalda, en nuestra
cobardía inoculada, a un hermano. Cuando somos una jauría de lobos
antropofágicos, practicadores de un canibalismo social. Ese “hombre nuevo” no era
más que aquel que los apoyaría ya que no busca su propio bienestar sino la
desgracia ajena.
Mas algo pasó. Yo definiría a #BoycottBahama como un
momento de dolencia absoluta, de preocupación colectiva, de humanismo
tangencial, de un cubano despolitizado o más bien de una humanización de la política.
Nada importa más que esos cubanos que se han cosido la boca. Para una mujer
cubana presumida y coqueta ¿qué es más importante que las belleza de sus
labios? Sin embargo, ellas se los han cosido. Un candado de hierro atraviesa la
boca de otro hombre. Los golpes se ven en todo el cuerpo. Hay niños, pequeños
inocente allá adentro. Y nuestras mujeres que habitan ese infierno hace más de
medio año, seguramente son violadas sexualmente. Violadas por un hombre, por
dos.. sabe Dios con qué frecuencia. Allí están, esos rostros que pudieran ser
el primo, la madre, la hermana, el abuelo, la abuela, el padre, nuestro esposo,
nuestra novia, nuestro hijo…
Poco a poco la masa opositora, esa anónima, esa de todos los
días. La que habita en el exilio y paga sus ‘billes” y aún así se dedica a dar un “share”, un “like” a lo que
pasa de ese no-lugar que es Cuba. Esa masa se ha ido moviendo. Vimos protestas
con camiones y activistas principalmente del Movimiento Democracia en la Ciudad
de Miami. Se iba pronunciando todo poco
a poco. Si somos sinceros, ya digo que nuestra capacidad de no aprehender el dolor ajeno, el pensar que
siempre es una exageración, no nos había permitido ver la gravedad del asunto.
Pero una pequeña bola de nieve hace la tormenta. Somos, simplemente, copos de
nieve.
20/6
El día 20 de junio de 2013, en la mañana, una cubana al
sentirse impotente de no poder estar, ni si quiera en Miami. Cansada de un
activismo pasivo y contemplativo. Quiso hacer algo, algo que fuera un poco más
allá. Donde la presión se acumulara y creara un bomba lógica. Ella recordó que
por cuestiones de la vida cruzó frontera, que en Nicaragua el propio Ejercito
Socialista que comanda Daniel Ortega, sí esos mismos, le pusieron una Winchester en la cabeza a su novio
porque los militares le llamaban “bonita” mientras tomaban su tiempo para
tocarle los senos, “tú sí que estás bonita” y el novio rebelde se le abalanza:
“A mí hay que matarme”, por suerte y gracias al Señor, nada pasó. En Hondura
una 21 estuvo tan cerca de su frente
que tenía aguantarse las piernas para que no se dieran cuenta de que estaba
temblando. Es terrible, algo que te cambia la vida. Al recordar todo esto pensó
simplemente que se iba a pasar todo el día llamando al Consulado de Bahamas en
Miami todo el día exigiendo respuesta a estas violaciones de derechos humanos. Pero,
ya sabemos, un hombre no es una Isla. Y pensó, ¿si todos llamáramos a la vez?
¿si se colapsara la telefonía de los consulados de Bahamas en los países?
Entonces todo cobraría sentido.
Así lo hice, llamó. Y además de llamar, se gravó en video.
Para que sus amigos cercanos de las redes sociales vieran y quizás se sumaran.
Así fue. Algo mágico. Ese video se viralizó con más de 300 share. Más los share que
se pierden en el re-copy de cada
instante. Fue espontáneo, real. Sin necesidad de un líder. Sin necesidad de una
personalismo, ni de culto a la figura. Porque el verdadero líder, ese que no se
ajusta a los antiguos esquemas tiránicos, ni mesiánicos. Un líder de la era de
la post-información es simplemente el que logra motivar a muchos líderes a
replicar una acción. Tanto se replica, que el propio líder se diluye. Sino, por
favor que alguien señale quien ha comenzado, específicamente, las “malditas
primaveras” que están retoñando en todo el globo terráqueo. No se puede
señalar. Es un conjunto. Un grupo de personas que actúan, se apoyan, proponen.
Son proactivos.
Así pasó el 20/6
con #BoycottBahamas
Cuban SOS. Todo comenzó a caminar. Todos a llamar.
-¿Qué crees hacemos un
grupo?- dijo una.
–Claro, Genial- ¿Cómo
le ponemos? Le ponemos #BoycottBahamas Cuban SOS.
Y ese grupo logró obtener más de 200 miembros en solo horas.
-¿Oye donde está
fulano? Sí para que haga el cartel---¿Y fulana, puedes hacer uno tú?-
Y las llamadas continuaron.
-Espérate que esto va
para el blog-
Todos de diferentes lados. Por Twitter. Emails. Imágenes. Y
llamando. Llamando todo el día a los consulados. Y un video de una cubana que
se grabó desde Berlin.
Y ni una sola vez, escuchen, ni un solo momento un cubano se
juzgó entre sí. No importó nada. Solo que se acabe la represión de las personas
que están presas en Bahamas. Llegamos a los medios de comunicación, el cartel,
nosotros. Valió la pena.
El ciberactivismo y todos los ejercicios cívicos para los
cubanos son bebes sociales. Falta mucho por aprender y crecer. Hace falta pasar
de un ciberactivismo ilustrativo, enunciativo, argumentativo a uno pro-activo y
productivo. Hace falta exprimir aún más los recursos. Esto de las llamadas
recuerda a la primer era de los clásicos hackers que comenzaron, en los años
90, específicamente, con la telefonía. Pues sí, nosotros todavía estamos en
unos 90 en cuanto a entendimiento de la tecnología como herramienta de presión
política. Pero no nos acomplejemos.
Usemos esas limitaciones como intersticios de utilidad. Una oposición interna
necesita apoyo, una oposición sin glamur como siempre digo, sufrida, explotada.
Pero nosotros, la oposición externa necesita también un apoyo. ¿Y de dónde
provendrá este? Pues de nosotros mismos. Porque no hay exiliados para los
exiliados. No hay un allá para los de allá. No lo hay. Solo nosotros mismos
para de verdad ser un poquito más efectivos.
Pubicado por Sociedad Secreta de Cubanos libres
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