La Cuba que dejo
octubre 25, 2012 por Luis Felipe Rojas
Hoy parto con mi familia al exilio en los Estados Unidos. Después de varios años de penurias, maltratos, detenciones arbitrarias y acoso policial incluso contra los que componen mi hogar, me voy. Sé que irse es una calamidad de la que muy pocos se reponen después, pero no veo otra solución momentánea a los problemas de mis dos niños y el sufrimiento de mi querida esposa Exilda.
Antes de hacerlo quiero agradecerle a los que de distintas partes del mundo han estado al tanto de mí. A mis lectores y a los que han dejado comentarios en mis posts -Gracias!- sin esos mensajes de aliento me hubiera sido imposible continuar adelante.
Como tuve poca o nula conectividad a internet, los comentarios a mis trabajos en muchas veces los recibí meses después cuando alguien se compadecía y dedicaba un par de minutos a ‘bajarlos’ a una memory flash; entonces los leía como mensajes, como verdaderas cartas hacia mí y eso me convertía en un privilegiado al que se quiere mucho y se le escribe con frecuencia.
Simplemente, Gracias desde este lado de la frontera transparente. Por esta vez no más palabras. Sólo quiero que vean la Cuba que dejo hoy.
Antes de hacerlo quiero agradecerle a los que de distintas partes del mundo han estado al tanto de mí. A mis lectores y a los que han dejado comentarios en mis posts -Gracias!- sin esos mensajes de aliento me hubiera sido imposible continuar adelante.
Como tuve poca o nula conectividad a internet, los comentarios a mis trabajos en muchas veces los recibí meses después cuando alguien se compadecía y dedicaba un par de minutos a ‘bajarlos’ a una memory flash; entonces los leía como mensajes, como verdaderas cartas hacia mí y eso me convertía en un privilegiado al que se quiere mucho y se le escribe con frecuencia.
Simplemente, Gracias desde este lado de la frontera transparente. Por esta vez no más palabras. Sólo quiero que vean la Cuba que dejo hoy.
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