Diario en la cárcel XXXVI. Propuesta de “libertad” para Ángel Santiesteban
A nosotros este ofrecimiento no nos sorprendió tal como ha sorprendido a Ángel, porque nosotros vivimos en el mundo libre y disponemos de la información que se le niega a los cubanos en general y a los presos en particular.
Ángel no sabía cuando recibió a estos “amables” agentes, que hacía solo 17 días, nosotros habíamos publicado en este su blog, el expediente judicial completo del “Caso Seguridad del Estado contra Ángel Santiesteban-Prats”. Las pruebas de que todas las denuncias habían sido inventadas con el fin de encerrarlo y silenciarlo, ya estaban disponibles en Internet. Solo que ahora habíamos puesto a disposición del mundo entero, el expediente que demuestra cómo en la dictadura del clan Castro, la Justicia es subsidiaria del poder político, y que Ángel es uno de los más de 100 presos políticos que habitan los campos de concentración castristas.
Con el ofrecimiento que le han hecho a Ángel, no han hecho si no asumir por sus propias bocas lo que el mundo ya sabe: que Ángel es inocente. ¿A cuántos asaltadores violentos de viviendas les han ofrecido la excarcelación a cambio de renunciar a su posición política?
Pero ello no es todo. Al haber rechazado Ángel la propuesta, le han dicho abiertamente que se busque un diplomático que le dé una visa para irse del país. Con esta sugerencia no han hecho más que demostrar que Ángel les es un elemento incómodo porque tiene sus ideas claras, porque busca la libertad y la justicia para su país, porque dice las cosas frontalmente, y porque no le importó perder sus privilegios personales en aras de defender sus ideales. Ángel les ha demostrado desde el comienzo de este vergonzoso proceso de busca y captura, que la dignidad no se negocia, y así como no se dejó chantajear durante el proceso, menos lo hará ahora cuando tiene la doble misión de denunciar los abusos del régimen desde las entrañas mismas del mal.
No es chantajeando como conseguirán nada de las personas con sólidos principios. Al contrario. Si realmente quieren ofrecer la libertad a Ángel, háganlo como corresponde: sometiéndolo a un juicio justo y con todas las garantías que le negaron en el que lo encerró. De un juicio justo y con garantías no puede si no salir absuelto, y con la proposición que le han hecho, han corroborado -para los que aun no lo veían- que Ángel es inocente.
La abogada de Ángel Lic. Amelia Rodríguez Cala, ya ha interpuesto ante el Ministerio de Justicia, el dia 4 de julio de 2013, con acuse de recibo # 1778, el pedido de Revisión del juicio. Nosotros hemos interpuesto ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la correspondiente denuncia, y hemos pedido medidas cautelares tras la última amenaza de muerte que recibió Ángel en la prisión por parte de un carcelero.
Lo único que le resta hacer al gobierno cubano es hacer lugar a la solicitud de revisión del juicio y poner a Ángel en libertad inmediatamente.
Ángel es un gran escritor, reconocido internacionalmente, y que dará mucho de que hablar. Su trayectoria literaria y sus circunstancias vitales son foco de la mirada del mundo libre. Cuanto más tiempo pase Ángel encerrado por osar expresarse con libertad, más podrá comprobar el mundo que la libertad no existe en Cuba y que a nadie engañan las “reformas” cosméticas que pretenden vender a quienes las compren.
El sistema carcelario cubano que fue sometido a prueba en Ginebra, salió bastante mal parado, recibiendo 292 recomendaciones para llevar a cabo. En Estambul, Cuba salió peor parada aun: la FIDH declaró a Cuba como el país que más violaciones comete de todos y cada uno de los derechos civiles y políticos en América Latina. Las irregularidades en el caso de Ángel demuestran también que el sistema judicial es tan perverso como el penitenciario.
Exigimos una vez más que Ángel reciba un juicio justo, que sea puesto en libertad inmediatamente y que se le garantice su integridad tanto física como moral.
Responsabilizamos a Raúl Castro Ruz por todo lo que acontezca con Ángel, y reiteramos que nuestra exigencia la hacemos extensiva a todos y cada uno de los presos políticos que inundan las cárceles cubanas.
Los familiares y amigos de Ángel Santiesteban-Prats
Me visita la Seguridad del Estado
Dos agentes de la Seguridad del Estado me visitaron el pasado 4 de julio. Luego de identificarse y preguntarme cómo me encontraba, y le respondiera que bien, con más fuerzas de enfrentarlos que cuando ingresé a la prisión, me propusieron la libertad inmediata a cambio de que permitiera que me filmaran un video renunciando a mi posición política. Video que no darían a conocer salvo que faltara a mi palabra de dejar la oposición.No voy a negarles que me sorprendieron, jamás pensé escuchar semejante ofrecimiento. Solo puede ocurrírseles tal cosa por la cobardía que llevan ellos mismos dentro de sí. –No quiero ese tipo de libertad –respondí. Se miraron sin sorpresa, como si esperaran esa respuesta o como si de autómatas se tratase. –Entonces –comenzó uno–, busca con tus amigos diplomáticos la manera que te visen para que salgas del país. –Negativo –volví a responder–. Me voy si en ese mismo avión salen conmigo Fidel y Raúl Castro. Se mostraron molestos, siempre que he mencionado a los dictadores, en las diversas visitas, se mostraron ofendidos. Parece que en el libreto que escenifican, tienen esa indicación. Quizá lo hacen para que el otro en su informe, describa la impaciencia de esos segundos. –Entonces acomódate que el viaje es largo –dijo el otro. Levanté los hombros. –Para mi es un honor –les dije– estar preso por su régimen. No me bajé de los aviones que me llevaban a las ferias internacionales para desertar. Prefiero estar preso para vergüenza de ustedes, que claudicar y continuar viviendo bajo el régimen totalitario. –Pues te vamos a complacer –dijo con ironía. –Se los agradezco.
Nos separamos.
Mientras me conducían a mi barraca, presencié a unos guardias golpeando a un preso que tenían esposado con las Shakira. Les grité que haría la denuncia, que eran unos cobardes, grité ¡Abajo la dictadura!, de forma tal que los dos interrogadores regresaran y vieran lo que ellos defienden. Por suerte dejaron de golpear al preso, luego vi que era un señor mayor de edad, que lloraba por los dolores. A mi me apretaron las esposas para que me callara, y a empujones apuraron mi regreso.
Para colmo, después hay que escuchar a los funcionarios que acuden a la Comisión de Derechos Humanos de Ginebra, que, como cotorrones, repiten el bocadillo que les escriben los dictadores, para intentar engañar a la opinión pública internacional. Los que mienten a favor del gobierno, no permiten ni los Derechos, ni nos permiten ser tratados como Humanos.
Ángel Santiesteban-Prats
Prisión 1580
Publicado en Los hijos que nadie quiso
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