El político del PP ha sido acusado de homicidio por la muerte de Payá, según el diario oficial «Granma»
El visecretario general de nuevas Generaciones del PP de Madrid, Ángel Carromero, ha sido acusado de un delito de homicidio, tras el accidente de tráfico en que resultaron muertos los disidentes Oswaldo Payá y Harold Cepero. El diario oficial «Granma» publicó ayer un extenso editorial
en el que indica que Carromero «se encuentra instruido de cargo por
homicidio» por ser el conductor del vehículo siniestrado. Además,
reprueba las actividades realizadas en Cuba por el dirigente juvenil del
PP y su compañero de viaje, el sueco Jens Aron Modig,
al mantener contactos, tras haber entrado con visados de turistas, con
disidentes como Payá y Cepero, a quienes califica como
«contrarrevolucionarios».
Carromero ha permanecido nueve días «retenido» en dependencias policiales de Bayamo
y La Habana, pero ahora se encontraría ya, según fuentes diplomáticas,
en «prisión provisional», después de que la Fiscalía así lo decidiera
como medida cautelar ante los «indicios» de un delito de homicidio.
La
acusación formal no ha sido aún presentada, pero de la exposición hecha
en «Granma» se deduce que el régimen está dispuesto a llevar a cabo el
proceso contra Carromero, después de haber permitido ya a Modig
abandonar la isla. El anuncio del diario oficial se produjo después de
que el día anterior se difundiera un vídeo en el que Carromero confiesa haber perdido el control del vehículo
y, sobre todo, pide a la comunidad internacional que se centre en
sacarle de Cuba y no se busquen intencionalidades políticas en lo
sucedido.
Cautela en el Gobierno
En
España, el Ministerio de Asuntos Exteriores aún no ha recibido ninguna
comunicación formal del procesamiento de Carromero y mantiene una gran
cautela a la hora de pronunciarse, para no perjudicar su situación. El
Gobierno trata de que el tiempo que Carromero permanezca en Cuba sea el
menor posible y para ello mantiene contactos con las autoridades cubanas
a todos los niveles, consciente de que en Cuba todo está sometido al
poder político. La única información facilitada desde el departamento
que dirige José Manuel García-Margallo
es que el dirigente de las juventudes del PP se encuentra en «100 y
Aldabó», un centro del Ministerio cubano del Interior, utilizado para
investigaciones policiales.
En esas dependencias, Carromero fue visitado en la tarde del lunes por el cónsul general en La Habana, Tomás Rodríguez Pantoja,
momento en el que pudo hablar por teléfono con su madre. La Embajada
española ha propuesto a la familia la contratación de un abogado cubano,
de cuyos honorarios se encargará el Partido Popular.
«Rehén político»
El
extenso editorial de «Granma», en el que ayer se engarzaba la estancia
en la isla de Carromero y de Modig con la teoría conspirativa
«imperialista» contra el régimen comunista, es, según diversas fuentes
de la disidencia interna, un signo del interés de La Habana por
politizar esta crisis.
La bloguera opositora Yoani Sánchez
declaró a ABC que la imputación de Ángel Carromero «apunta al interés
del Gobierno cubano por utilizarlo como moneda de cambio con el Gobierno
español». La presión política que ha ejercido Madrid en los últimos
tiempos ha generado mucho malestar en La Habana, «que ahora ve cómo se
le pone en bandeja una posibilidad de poner al Gobierno de Rajoy contra
las cuerdas».
Para
Yoani Sánchez, la presentación de cargos contra Carromero por dos
homicidios -aunque aún no se ha hecho formal- es «una mala noticia para
el joven político español», que se convierte a partir de ahora en
«rehén» de las intenciones finales del Gobierno de Raúl Castro.
«Carromero se ha convertido en moneda de cambio del régimen», dice la bloguera Yoani Sánchez
El
juicio echará más tierra a la posibilidad de realizar una investigación
imparcial sobre los sucesos del pasado 22 de julio. «Tanto la esposa de Oswaldo Payá
como su movimiento político tienen derecho a saber cómo se se originó
el accidente de automóvil», señaló Yoani. «Si es cierta la versión que
circula de que una amiga sueca recibió un sms en el que los ocupantes
del coche decían que eran perseguidos por la seguridad del Estado, debe
saberse toda la verdad».
Para el portavoz de la Comisión Cubana de Derechos Humanos, Elizardo Sánchez,
la nueva dimensión a la crisis que quiere dar el régimen «arroja más
sombras que luces». «Para nosotros -explica- el hombre clave que puede
explicar qué pasó en el accidente es Ángel Carromero, y no tanto el
sueco Aron Modig, que según explicó iba medio dormido; pero Carromero no
podrá contar lo ocurrido hasta que no pueda hablar con libertad, es
decir, hasta que se vaya de Cuba».
La
tesis del accidente por impericia del conductor no convence a la esposa
de Oswaldo Payá. «Mi marido era súperprudente, nunca permitía que nadie
condujera con exceso de velocidad», afirma a ABC Ofelia Acevedo. «Hasta que no me dejen hablar con esos muchachos -concluye- no me daré por satisfecha. No busco culpables, sino la verdad».
Publicado por ABC
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