El ayatolah Alí Khamenei.
La entrega del MNOAL a Irán podría explicarse por la poca importancia que le concede la mayoría de los gobiernos actualmente
¿Pero puede el actual liderazgo iraní contribuir a forjar una paz sostenible y un manejo global conjunto? ¿Los 118 miembros del MNOAL lograrán consensos reales, teniendo como antecedente la votación por abrumadora mayoría de la resolución condenatoria al gobierno de Siria, adoptada por la Asamblea General de la ONU el 3 de agosto? ¿Podrá funcionar la Troika, integrada por Cuba, Egipto e Irán, o las autoridades cubanas se plegarán incondicional y bochornosamente a los retrógrados intereses iraníes, mientras las egipcias hacen mutis por el foro? Este no será el tiro de gracia a la organización, sino el descuartizamiento por lapidación.
Los Padres Fundadores del MNOAL en la primera conferencia cumbre de Belgrado, en 1961, Shri Jawajalal Nehru de India, Gamal Abdel Nasser de Egipto, Kwame Nkruma de Ghana, Josip Broz Tito de Yugoslavia y Ahmed Sukarno de Indonesia, jamás hubieran imaginado el trágico desenlace de su empeño por mancomunar los esfuerzos de los países recién descolonizados o en vías de desarrollo, al margen de los dos bloques surgidos luego de la Segunda Guerra Mundial y de la Guerra Fría, en defensa de la paz y la seguridad internacional, entre sus principales objetivos. En aquella ocasión, 29 jefes de Estado o Gobierno, incluido el Dr. Osvaldo Dorticós Torrado, presidente del Gobierno encabezado por el primer ministro Fidel Castro, se basaron en los Diez Principios de Bandung, adoptados en la Conferencia Afro-Asiática realizada en esa ciudad de Indonesia en 1955.
La entrega del MNOAL a Irán podría explicarse por la poca importancia que le concede la mayoría de los gobiernos actualmente, la imposibilidad de asumir los costos de viajes y de las muy variadas reuniones y conferencias, la práctica de intercambiar votos en problemas álgidos de cada uno en los organismos internacionales —particularmente en cuanto a violaciones de derechos humanos—, así como los compromisos añejos con las autoridades de Cuba y gobiernos de sus regiones o los más recientes con la benefactora Venezuela de Hugo Chávez. Una vez confirmado el futuro presidente, desde alrededor de año y medio antes de realizarse la venidera cumbre, debía trabajar estrechamente la Troika (Cuba 2006-2009, Egipto 2009-2012 e Irán 2012-2015). Pero los dos últimos no tienen relaciones diplomáticas desde 1979, después de la toma del poder por el ayatolah Khomeini, quien condenó a las autoridades del Cairo por la firma del Acuerdo de Paz con Israel. Añádase más recientemente la compleja situación que afronta el nuevo presidente, Mohamed Morsy, con facultades sumamente limitadas por los militares que asumieron el mando luego del derrocamiento de Hosni Mubarak, así como la crisis regional debido al conflicto en Siria. Si bien las autoridades anfitrionas habían realizado las actividades fijadas, se constató el bajo perfil que debieron mantener las homólogas iraníes. El 8 de agosto, el mandatario egipcio recibió al vicepresidente Hamid Baqai, portador de la invitación a la cumbre, pero ha evitado confirmar la asistencia, y se prevé que el primer ministro o el canciller entregarán la presidencia en Teherán.
Casi simultáneamente, los militares iraníes han presentado cara respecto al papel de su país en el MNOAL. El vicejefe del Estado Mayor del Ejército, brigadier general Massoud Jazayeri, afirmó que la próxima conferencia puede desempeñar un rol efectivo en promover la paz global, según reportó la agencia cubana Prensa Latina el 6 de agosto. Un día después, Said Jalili, secretario del Consejo Supremo de Seguridad y enviado personal del líder supremo, Ali Jamenei, se reunió en Damasco con Bashar el Asad, según la agencia oficial de noticias siria. El Presidente reapareció en una foto con sus visitantes luego de dos semanas de ausencia pública para escuchar: “No permitiré bajo ningún concepto que se rompa el eje de la resistencia, del que Siria es un pilar fundamental”, por lo que se entiende el apoyo incondicional al mandatario, en el frente con Hezbolá libanés y las fuerzas que respalden a Irán, asediado por las medidas internacionales debido a su programa nuclear, los países de la región que arropan a la insurrección siria y contra Israel. Indudablemente, de perderse el Gobierno de El Asad, Teherán quedaría en precaria situación.
Por razones geopolíticas, Rusia fundamentalmente, y China, mantienen un evidente apoyo multifacético al dictador; continúan bloqueando los proyectos de resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, y encabezaron los 12 votos en contra —incluida Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua— de la adoptada por la Asamblea General a principios de agosto con 133 a favor y 31 abstenciones, la cual “deplora la incapacidad del Consejo de Seguridad de consensuar unas medidas que aseguren que las autoridades sirias cumplan sus compromisos”. A partir del 31 de agosto, cesarán las infructuosas gestiones del ex secretario general de ONU, Kofi Annan, quien renunció como representante especial del organismo internacional. Mientras el régimen se desintegra además por notables deserciones, como la del primer ministro Riad Farid Hijab, las muertes de civiles sobrepasan las 20.000 personas, cientos de miles viven bajo la metralla, y otros tantos son desplazados y refugiados en países vecinos. Pero el Canciller iraní confirmó la participación de al menos 12 países de Asia, África y América Latina en una reunión consultiva para “hallar una solución a la crisis en Siria”, según Prensa Latina. La asistencia de Cuba debe estar garantizada.
Por otra parte, Irán procura utilizar al MNOAL ya antes de asumir la presidencia con la creación de una agencia de prensa, anunciada en la oficina presidencial de Teherán, con el objetivo de “que contribuya a preparar el terreno para un ‘movimiento informativo’ alternativo que promueva los valores del NOAL y especialmente el lema de la XVI Conferencia de jefes de Estado y de Gobierno”, según publicó el periódico Juventud Rebelde el 2 de agosto. Como antecedente, había reforzado su penetración en nuestra región mediante la inauguración el 31 de enero de HISPANTV, dirigido a América Latina y España, por el presidente Ahmadineyad. En esa ocasión afirmó que “el nuevo canal va a limitar la supremacía de aquellos que buscan dominar. Es un instrumento para establecer mejores lazos entre el pueblo y el gobierno de Irán con los de las naciones de habla española”, según reportó El País. En el curso de los últimos años, ha creado otros cinco, entre ellos Al Alam TV en árabe y Press TV en inglés.
“Paz sostenible sobre la base de un manejo global conjunto”, será el hipócrita lema iraní, en un Movimiento de Países No Alineados sin poder de decisión, aunque con posibilidades obstruccionistas y como la fachada para acceder al concierto internacional. El acompañamiento incondicional del Gobierno de Cuba a causas tan deleznables y regímenes tan sangrientos sugiere que para mantener el poder absoluto podría recurrir a cualquier medio, si bien aún las personas con sentido de su responsabilidad ante el pueblo y amor a la Patria tienen la oportunidad de encontrar otros derroteros, no solo en el ámbito exterior, sino comenzando la apertura para superar la crisis multifacética que agobia nuestra sociedad.
Publicado por Cuba Encuentro
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