La Habana se ahoga en su propia basura
Por Augusto Cesar San Martin
LA HABANA, Cuba, 7 de agosto (Augusto Cesar San Martin, www.cubanet.org) - La Habana es la ciudad más sucia de Cuba y, a estas alturas, posiblemente una de las más sucias del hemisferio. Las montañas de escombros y basura en las calles lo demuestran de forma irrefutable. La prensa gubernamental se empeña en responsabilizar a la población, pero las causas tienen otro nombre.
Según declaraciones de un directivo de la Empresa de Servicios Comunales de la capital, los cargadores con que se cuenta para recoger los escombros y desechos de la construcción no son suficientes. Las promesas de solucionar el problema deberán esperar hasta finales de este año por la implementación de un sistema de recogida de escombros a partir de la disponibilidad de equipos. En otras palabras, el funcionario se refería a tractores que arrastren los cargadores o carretas llenas de escombros y desperdicios.
Los medios de prensa oficiales argumentan que el problema de la acumulación de desechos sólidos y basura en las calles surge desde que se aprobó la construcción de viviendas por cuenta propia. Pero este fenómeno viene ocurriendo mucho antes que el gobierno pensara en “perfeccionar el socialismo”.
Basura acumulada en una calle de Santa Fe, en las afueras de La Habana. Foto: Cubanet.
Pero la prensa local no habla sobre el lucro con el combustible que se destina a la recogida de desechos. La acumulación de escombros de la construcción y basura en las calles se debe en su mayor parte a la dilatada frecuencia con la que se recogen los desperdicios.
Los camiones recolectores realizan menos de la mitad de los viajes concebidos para el día. El combustible destinado para estos recorridos se vende a los particulares que intentan a toda costa evadir los altos precios del Estado.
La sustancial ganancia que deja la venta del combustible es la principal causa de la acumulación de grandes volúmenes de basura en los barrios habaneros. Repartir las ganancias de la venta al parecer se ha hecho difícil y la reducción de viajes ha llegado al punto en que los camiones se han perdido por semanas completas.
Al lucro de combustible se suma la inflación de plantillas, generalmente ocupadas por ex reclusos bajo libertad condicional. Brigadas fantasmas de recolectores de basura y escombros que aparentemente trabajan en la calle engrosan con el salario los bolsillos de funcionarios corruptos.
Si la acumulación de basura en el centro de la capital es agobiante, en las zonas más lejanas la situación es crítica. Sucede así en el poblado costero de Santa Fe, del municipio Playa, donde el pasado viernes el amontonamiento de desechos obstruía el tráfico y, en algunos puntos, el acceso al mar. Según los residentes, los brotes de dengue se han multiplicado en los últimos días en la zona.
Por otra parte, en las zonas periféricas de la capital muchos roban los contenedores de basura para después usar el plástico en la elaboración de presillas (palitos) de tendederas, pozuelos para guardar alimentos, juguetes y otros productos que los vendedores ambulantes, conocidos como “merolicos”, comercian por toda la ciudad. Las ruedas de los contenedores se usan para construir las carretillas que se emplean en la venta de productos agrícolas.
La apatía y la necesidad de la población, sumados a la corrupción, son las verdaderas causas de la falta de higiene que azota a La Habana. El valor que las autoridades conceden a la salubridad ambiental de la ciudad se refleja en la suciedad de sus calles, un elemento que ya caracteriza a la capital de Cuba.
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Publicado por Cubanet
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